Quisiera
plantar estos
un gran árbol de Navidad
Y, en lugar de regalos y adornos, poner
los nombres de todos los que hicimos realidad
la XVI promoción
de San Telmo. Los nombres de todos mis compañeros
y amigos. Los que están cerca y los que raramente veo ya. Los
que llamo con
frecuencia y
a los que ya ni siquiera puedo contactar a través de email. Los nombres que
siempre recuerdo y aquellos que, a veces, se me olvidan. Quisiera poner también
aquellos a los que, sin querer, herí y los que, sin querer, me hirieron a mi. A los que
conozco profundamente y a los que, tras dos años, apenas conozco por sus apariencias.
Los que me deben
a los que, sin duda,
debo mucho. Por todo esto, me gustaría poneros a todos en mi árbol. A todos quienes compartieron conmigo aquella intensa etapa de mi vida que nunca olvidaré. A todos los que recibís este mensaje y a los que ya no lo recibirán jamás, aunque siempre estarán en nuestra memoria. Me gustaría pensar que será un árbol de raíces profundas para que vuestros nombres nunca sean arrancados de mi memoria, cada día más frágil. Un árbol que al florecer, cada año, nos traiga salud, ilusión, amor, y esperanza. Ojalá en estos días de Navidad tenga la
con vosotros para compartir
nuestras ilusiones, esperanzas
y poner un poco de felicidad en
aquellos que no la tienen y en el
recuerdo de aquellos que ya no están.
FELIZ NAVIDAD Y PRÓSPERO 2008
(En memoria de Luis)